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¡Avance al fondo!

Por Luis Davelouis Lengua

Por Luis Davelouis Lengua

Invertir es un asunto complicado. Más allá del activo en el que decida hacerlo –educación, valores o inmuebles–, invertir supone siempre un riesgo. Lo más importante y más difícil a la vez es poder medir ese riesgo: saber lo que se quiere y ser consciente de lo que pone en juego por alcanzar el objetivo planteado. En realidad, de eso se trata el invertir: tomar hoy una decisión cuyas consecuencias se verán en el futuro.

En este sentido, resulta muy interesante observar el fenómeno que representan, por su espectacular rendimiento y su enorme crecimiento, los fondos mutuos. En lo que va del año, su patrimonio administrado creció en casi US$900 millones, llegaron casi 60 mil nuevos partícipes, y 10 nuevos fondos empezaron a operar. Este producto financiero ha sido diseñado para quienes, como usted o nosotros, no sabemos gran cosa del mercado de valores, pero queremos llevarnos un pedazo de la torta, una que, a decir de muchos, está deliciosa y alcanza para todos.

Actualmente, hay unas cinco administradoras de fondos mutuos, cada una de las cuales ofrece un abanico de productos (fondos) elaborados a la medida de diversos perfiles de inversionistas.

FONDO Y BOLSO
La torta de la que hablamos es la bolsa de valores, en términos generales. Para algunos un signo de interrogación perenne o la forma más sofisticada de máquina tragamonedas, lo cierto es que la bolsa y sus rendimientos están en boca de todos. Y he ahí el problema: todos saben que en la bolsa se negocia con dinero y acciones, pero son muy pocos los que saben qué pasa allí dentro y muchos menos son los que conocen las preguntas fundamentales que supone una decisión de inversión responsable. Son escasísimos quienes saben que, además de la bolsa, hay otras alternativas de inversión, más seguras, menos volátiles, pero, esto también es cierto, posiblemente menos rentables.

En ese escenario, los fondos mutuos pueden servir para que personas como usted o nosotros no tengamos que ir a la universidad a aprender en qué consiste el mercado de capitales ni qué mecanismos misteriosos lo mueven. También nos evitan el tener que vivir con la nariz pegada a una pantalla observando trémulos cómo cambia, a cada instante, la cotización del instrumento en el que elegimos invertir nuestros ahorros.

EL QUE SABE, SABE
Para evitarle la molestia hay quien vive para ello y cobra una módica suma por hacerlo por usted. «Profesionales del mercado de capitales que literalmente viven el mercado; personas que decidirán responsablemente y con conocimiento de causa qué hacer con ese dinero que usted, con tanto trabajo y sacrificio, ahorró a través de los años y hoy quiere poner a producir».

Así es como sustentan Diana Arce, gerenta general de Scotia Fondos, y Carlos Ramírez, gerente general de ING Fondos, la existencia de los fondos mutuos. Para ambos, es mucho más responsable y eficiente acudir a uno de estos instrumentos para buscar alternativas de ahorro (¿ya está harto de ganar 2% de intereses en su cuenta de ahorros?) si no se tiene ni el tiempo ni los conocimientos necesarios para tomar decisiones de inversión de acuerdo con las propias posibilidades económicas, expectativas personales y disposición a asumir un riesgo calculado.

Existen varias formas de invertir a través de fondos mutuos; cada una de acuerdo con el perfil de los partícipes, pues los hay quienes están dispuestos a arriesgar más para obtener una mayor ganancia potencial, y los hay también quienes, por sobre toda otra consideración, quieren preservar su capital.

CONÓCETE A TI MISMO
La idea de invertir en un fondo mutuo es, primero, ahorrar de manera más eficiente, conociendo previamente los riesgos a los que uno está expuesto. Pero no se equivoque, no es lo mismo que ahorrar en un banco. Si usted está buscando una rentabilidad más alta, debe estar dispuesto a asumir un riesgo mayor. El asunto es proporcional.

Según Diana Arce, lo más importante antes de decidirse por el tipo de riesgo que quiere asumir es conocer sus propias características como inversionista: si usted es de las personas a las que les invade una terrible sensación de ansiedad porque no recuerda dónde dejó las llaves del auto, usted debería elegir un fondo que concentre sus inversiones en instrumentos de renta fija, como bonos o depósitos a plazo. Su rentabilidad será menor, su horizonte de inversión para alcanzar esa rentabilidad que le permita decir «hasta aquí está bien», también, pero no tendrá que mudarse con el cardiólogo.

Si, por el contrario, usted disfruta de las emociones fuertes, le gusta sacar a pasear a su perro a las 12 de la noche por la avenida Abancay y casi no se inmuta porque su fondo está ganando hoy y perdiendo mañana, uno con un alto peso en instrumentos de renta variable sería su mejor opción.

Por supuesto, existen varias alternativas en el medio y hay una, sin duda, que usted encontrará si ya tomó su decisión. Después de todo, si puede ordenar que su lomo a la parrilla esté a término medio, tres cuartos o bien cocido, con más razón puede elegir un fondo de acuerdo con sus preferencias.

Pero no lo olvide nunca: no hay garantías sobre su dinero más allá de la que puede ofrecerle la administradora de fondos y su equipo de profesionales. Busque información –que se la darán gustosos (además es su obligación)–; entérese de todo lo que necesite saber antes de invertir un solo sol. Después, no hay lugar a reclamos. Usted debe tener la seguridad de que sabe en qué está invirtiendo, cuáles son las posibles consecuencias de su decisión y qué riesgo es exactamente el que está tomando.

LARGO O CORTO PLAZO
Hay un detalle que parece no quedarle claro a quienes se acercan a invertir en fondos: los plazos.

Cuando uno invierte en un fondo mutuo, lo hace con un horizonte de inversión determinado de acuerdo con el tipo de fondo que ha elegido; es decir, a cada tipo de fondo corresponde un plazo mínimo prudencial de inversión recomendado por la administradora y un plazo mínimo para que pueda retirar el dinero. Si quiere hacerlo antes, puede hacerlo pero deberá pagar una penalidad que varía según la administradora que elija.

Esto nos lleva al siguiente punto: la rentabilidad de las inversiones que realiza por cuenta de usted el fondo, que usted mismo eligió, depende del precio de los instrumentos en los que el fondo ha invertido y, de acuerdo con ello, usted debe estar preparado para aguantar cualquier corrección a la baja y no retirar su dinero, porque podría perder parte de su capital .

Carlos Sotelo, gerente de Inversiones de Credifondo, sostiene que las inversiones en renta variable deben tener un horizonte de más de un año, dadas las fluctuaciones a las que este tipo de instrumentos están sujetos. En el largo plazo su rentabilidad será mayor que en un depósito a plazo fijo, pero debe saber esperar –de darse el caso– cuando pasan las vacas flacas; que no le tiemble la mano, el mercado se recuperará –como alguna vez ya lo hizo– y al final usted ganará. Así lo dicen.

¿Y EL VALOR CUOTA?
Este término, tan simple y tan extraño –curiosamente todos sabemos lo que significan las palabras valor y cuota, pero juntas ¿quién sabe?– es parte esencial del proceso de inversión en un fondo mutuo.

El fondo administrado está compuesto de cuotas. El número de cuotas que forma un fondo varía de acuerdo con el número de partícipes –personas suscritas al mismo o inversionistas en el fondo– y su precio resulta de dividir el valor del patrimonio (la suma del dinero de todos los partícipes) del fondo entre el número de cuotas. Así, si el fondo maneja S/.10.000 y tiene mil cuotas, cada una valdrá diez soles.

Usted participará comprando dichas cuotas. Su rentabilidad –lo que habrá ganado o perdido– resultará de restar el valor cuota de salida menos el de entrada y multiplicarlo por el número de cuotas que compró. No se asuste, es mucho más fácil de lo que se lee.

¿Y CÓMO LO HACE?
En realidad, es muy fácil invertir en fondos mutuos. Por lo general el monto mínimo de inversión es de S/.2.000 y puede retirar su dinero cuando así lo desee. Se puede acercar a la ventanilla de su banco o puede acceder a la página web de Conasev, donde encontrará una lista de todas las administradoras de fondos y sus datos de contacto. La decisión es suya.

PRINCIPIOS BÁSICOS
Lo que no debe perder de vista
Los fondos mutuos no son todos para todos, por ello, de tomarlos, elija el que se ajuste más a su perfil como inversionista.

Un fondo mutuo no es un banco, los aportes que usted realice no generarán nunca intereses y, al menos en teoría, usted puede perder parte de su capital.

Eso sí, a mayor rentabilidad esperada, mayor riesgo. Y en la gran mayoría de fondos no se garantizan los rendimientos.

Hay riesgos paralelos al invertir en fondos (tipo de cambio, tasas de interés, liquidez de los instrumentos en los que se invirtió, fluctuaciones de precios de tales instrumentos, entre otros aspectos

Fuente: EL comercio. Perú DIA 1. (En línea) Lun 7 May. 2007

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